domingo, 27 de septiembre de 2015

Evaluación y teorías de la justicia.

Siempre los mismos problemas al volver al cole. ¡Establecer criterios de evaluación! ¿Cómo? ¿Cuáles? ¿Con qué criterio de criterios?... Preguntaré a mis alumnos. Pero claro, ya me imagino la discusión: ¿cuáles son los criterios “justos”? (Hasta los que quieren sobresaliente para todos quieren, también, que eso sea lo justo). Os pregunto a vosotros. Para animar, os presento algunas alternativas, inspiradas en distintas teorías de la justicia.


1. No hay  que evaluar ni juzgar nada. O, en todo caso, lo que uno quiera, cómo y cuándo quiera. (Anarquismo).

2. Hay que evaluar lo que demanda el mercado (idiomas, tecnologías...), que será lo que se imparta en los centros (si quieres estudiar otra cosa tendrás que pagarlo). Se pondrán las notas según la competencia o mérito de cada alumno: al que más sepa o pueda se le puntuará más (Liberalismo).

3. Igual que (2), pero sumando que el alumno se ajuste a cierto modelo de virtud (que sea modesto, discreto, respetuoso con los mayores, trabajador, decente, etc. ) (Liberal-conservadurismo).

4. Más o menos igual que (2), pero dando ventajas a los que no han tenido la suerte de nacer listos, ni en buenas familias, ni en circunstancias favorables (por eso fracasan, se desmotivan, trabajan poco, etc.). (Liberalismo moderado; socialdemocracia). 


5. Hay que evaluar que el alumno sea un buen creyente y se ajuste a un modelo de virtud totalmente cerrado e indiscutible (sagrado). (Ummas o comunidades religiosas)

6. Hay que evaluar un modelo de virtud (solidaridad, compromiso social, etc.) y no lo que demande el mercado, sino aquellas competencias que sean necesarias para construir una sociedad igualitaria en la que ningún individuo sea un medio para los fines de otros. Los individuos ajustarán sus preferencias a las necesidades sociales (estudiarán lo que la sociedad necesite, no lo que quieran). Serán evaluados por su esfuerzo, su competencia, y su compromiso social, dando ventaja y ayudando a los que no hayan tenido circunstancias favorables. (Socialismo, comunismo)

7. La evaluación es fundamentalmente tarea de cada alumno que, de vez en cuando, se hace preguntas como estas: ¿qué quiero ser y hacer? ¿He logrado realizar lo que yo quiero ser (en la medida en que he podido), gracias a esta asignatura? ¿Merece la pena seguir por aquí?...  (¿?)


Quino
Para que os orientéis, diremos que los principales partidos políticos de nuestro país estarían en estas posiciones: PP (2 y 3), PSOE (4), IU y Podemos (6)... Por cierto, algo mucho más importante: ¿cuál sería vuestra opción? (No tiene por qué estar entre las que os propongo).


12 comentarios:

  1. En cualquier caso creo que lo justo no lo decidimos solos, lo que pasa es que si tenemos suficiente conciencia como para convencer el resto de algo o tenemos gran liderazgo somos superiores al resto asi que estoy a favor de la superioridad individual y si de algún modo otra persona es capaz de covencernos de algo o demostrarnos su superioridad intelectual, sin darnos cuenta nos veremos sublevados y de algún modo esa jerarquía cambia constantemente gracias a propósitos personales. Estoy a favor de la Autoarquia colectiva!

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    1. Muy bien, Alberto. Creo que te va a gustar Nietzsche (si es que no te lo has devorado ya).

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  2. Yo pienso que un alumno debe ser juzgado dentro de sus posibilidades, es decir, yo pienso que debe premiarse la superación y la implicación de ser mejor en cualquier aspecto de tu vida, para mi, tiene mas mérito, por ejemplo, una persona que a duras penas saca un 5 pero se esfuerza para superarse, que una persona que saque un 10 sin esfuerzo, el 10 lo tiene pero no por su actitud ni su implicación en la asignatura, por lo tanto, creo que independientemente de que te pongan una nota u otra debe ser uno mismo quien diga: esta nota ¿Me la he ganado? O ha sido únicamente por ser bueno en esto o lo otro.
    Yo no elegiría un criterio en concreto de los leídos anteriormente, yo creo que haría una mezcla o cogería cosas de aquí y de allí.

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    1. Buena reflexión, leo. Aunque no sé por qué estimamos tanto el esfuerzo. ¿Tan bueno es eso de esforzarse? Yo creía que era una cosa más bien tortuosa e indeseable. Tanto adoramos eso del esfuerzo, que si una persona consigue lo mismo, sin sufrir, nos parece mal. "¡No! --decimos-- eso no está bien: qué sufra, qué sufra!" ¿No os parece esto un poco... sospechoso (aunque aún no sé de qué)?

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  3. Alfredo soy yo. Es que os escribo desde otro ordenador. Por cierto, lamento comunicaros que mañana muy probablemente no podré acudir a clase. Lo siento. Corred la voz si tenéis un rato.

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  4. No tengo muy claro que es lo más o menos justo en las evaluaciones ni que es lo que debería evaluarse. A mi lo que me gustaría es que cada uno pudiéramos evaluarnos, como dice en el punto siete, respondiéndonos a las preguntas que haces, sabiendo sacar lo mejor de nosotros mismos.

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  6. De entrada, pienso que lo que a unas personas les parezca justo para otras no lo será porque cada persona tiene un criterio diferente en función de sus preferencias y su objetividad. Por tanto, encontrar un criterio justo es complicado.
    En el caso de evaluar a cada alumno convendría adoptar un criterio amplio que tenga en cuenta pautas como el esfuerzo, la capacidad, la actitud ... pero no todas con la misma importancia. Por ejemplo, puntuar el esfuerzo sobre 5, la capacidad sobre 3... con todos los parámetros que se quieran tener en cuenta a la hora de evaluar, obteniendo así una media ponderada que evalúe "justamente" a cada alumno.
    No se puntuaría más al que más sepa sino al que en base a lo que ya sabe, más progrese, partiendo todos de los mismos conocimientos.
    En caso de discapacidad se le debería apoyar sin infravalorarle, por el hecho de que no está en nuestras manos el que esa persona nazca así. Por tanto habría que apoyarle y evaluarle con un criterio acorde a sus posibilidades.

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    1. Muy buen comentario, Carmen. Como dices, encontrar un criterio justo es complicado. ¿Qué pautas, como tú dices, han de tener más o menos importancia y por qué? ¿Qué ocurre si no todos parten de los mismos conocimientos? ¿Qué ocurre si la persona con discapacidad no puede alcanzar los objetivos de un curso?...

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  7. Para empezar yo opino que cada persona tiene un criterio diferente entre lo justo y lo injusto yo pienso que cada persona hay que evaluarla segun su esfuerzo y sus circunstancia y sobre todo por el trabajo diario no vale un 10 de una persona que sea muy inteligente y no trabaje que un 10 de una persona que le cueste mas el temario de la asignatura y trabaje todos los dias. Andrea carvajal lazaro

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    1. Muy bien, Andrea. Pero, ¿por qué hay que valorar más el esfuerzo? ¿No es mejor el que hace las cosas sin tener que esforzarse? Ya sé que nos han dicho, desde pequeños, que el esfuerzo y el trabajo duro son cosas muy buenas (aunque no nos lo parezcan cuando estamos en la faena). ¿Pero por qué lo son?

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