Pues bien. ¿Qué valores creéis que están vigentes en nuestra cultura y época? ¿Qué considera la gente como valioso en general?... Una forma de intentar responder a esta pregunta es analizando un fenómeno típico de nuestro tiempo: la publicidad. ¿Por qué? Muy sencillo, la estrategia publicitaria consiste siempre en lo mismo: en asociar el consumo de un producto con algo que la gente considera valioso (por ejemplo, usar tal o cual perfume con el éxito sexual, o tal o cual modelo de coche con el prestigio y el poder, o tal o cual marca de refresco con la aventura o la belleza juvenil, etc.). Si el consumidor asocia en su mente la compra de esa cosa con los valores que le asocia el publicista, está todo hecho.
Tal vez sea muy difícil lograr prestigio y poder, o no te atrevas a vivir aventuras reales, o no sea fácil tener una vida social excitante en tu entorno, pero... si tienes tal modelo de coche, bebes tal refresco o usas tal perfume, ¡¡parece que estás más cerca de lograrlo!!...
¿Os parece increíble que esto ocurra? Pues ocurre. La prueba es la cantidad enorme de dinero que inviertan las empresas en publicidad.
Para comprobar esto os propongo el siguiente ejercicio. Selecciona alguno de los anuncios que aparecen en el blog y responde a las siguientes preguntas. 1. ¿Qué producto se recomienda consumir? 2. Identifica todos los valores que aparecen asociados, en el anuncio, al producto que se promociona. 3. ¿Crees que esos valores son reconocidos como tales en nuestra cultura? 4. ¿Encuentras alguna relación real entre tales valores y el consumo del producto publicitado?